150 años después de la conquista musulmana de Baleares, todavía hay una importante población mozárabe que conserva sus iglesias y su fe cristiana, y que la practica libremente.
El 26 de diciembre de 1057, el rey Alí Iqbal al-Dawla de la taifa de Denia concede al obispo de Barcelona, Guislabert, un documento jurídico, en el que cede la jurisdicción sobre las diócesis y los fieles cristianos de su reino, que incluía las Islas Baleares, Denia y Alicante.
Documentos sobre la vida de los mozárabes de la Península, nos indican que, aunque podían practicar libremente su religión, vivían en una especie de guetos donde también tenían sus iglesias. La condición que imponían los musulmanes era que no podían construir nuevas iglesias ni reformar las ya construidas, además de pagar un impuesto (yizia) por practicar su fe, algo que los musulmanes no tenían que hacer.
Ser musulman tenía ventajas y privilegios que hacía que muchos cristianos se islamizaran, de forma real o de forma fingida, sin necesidad de ser obligados.
Si esto ocurría en la Península, no tenía porqué ser diferente en Baleares.
Pensemos, que al igual que ocurrió en la Península, la conquista musulmana no supuso el desplazamiento de la población nativa para repoblar con la población de los conquistadores, sino el cambio de los señores que gobernaban en aquel momento, en el caso de Baleares los bizantinos, por los nuevos señores, los árabes.
Se estima que el aporte de población norteafricana y árabe en la Península pudo ser como mucho el 10% , por lo que es de suponer que en Baleares este porcentaje fue muy inferior, y concentrado sobre todo en la capital, Medina Mayurca (Palma).
Mientras en el resto de la isla, era en su inmensa mayoría población autóctona, que practicaba su religión musulmana, cristiana o judía, libremente o en la intimidad, y hablaba su propia lengua romance, como ocurría hace 100 años en Mallorca con el castellano y el mallorquín. O como ocurre actualmente en Marruecos, donde después de más de 1.300 años de arabización, el 60% de su población todavía conserva su lengua bereber.
Durante los siglos VIII al X (del año 711 al año 903), cuando casi toda la Península ha sucumbido al islam, Baleares se mantiene fuera del dominio árabe y conserva su fe cristiana, aunque según algunos historiadores tiene algún tipo de vasallaje con la Hispania musulmana.
En el año 799 Baleares recibe la protección del Imperio Carolingio frente a los ataques musulmanes, y durante todo el siglo IX formará parte de este imperio, junto a los Condados Catalanes y Occitania, y se mantendrá dentro del cristianismo.
A principios del siglo X (año 903), los musulmanes conquistan las Islas. Un importante número de población balear huye hacia territorio cristiano, principalmente al Condado de Ampurias, con quien mantenían vínculos políticos y religiosos.
Igual que ocurre en la Península, los musulmanes respetan a las gentes del libro (antiguo testamento). Tanto los cristianos como los judíos de Baleares pueden seguir profesando su fe.
En agosto de 1114, una flota cristiana compuesta por pisanos y catalanes, atacan Mallorca, haciendose con el control de las islas.
Sin embargo esta conquista no pudo consolidarse, debido al ataque almorávide a Barcelona, que hizo que las tropas catalanas dejaran las islas precipitadamente.
En 1116, a la llegada de una flota almorávide a las islas, las tropas cristianas que quedaban (pisanos) huyen, no sin antes llevarse todas las riquezas que pudieron. Todavía se puede ver el hipogrifo que los pisanos robaron de Mallorca y que hoy se conserva en el Museo de la Opera del Duomo.
Los almorávides se convirtieron en los nuevos señores de las Islas. Eran más estrictos en temas religiosos y más intolerantes con los cristianos, lo que hizo que la vida fuera más complicada para los mozárabes.
Debemos tener en cuenta que en la Península, los mozárabes, al sentirse presionados por los árabes podían huir hacia los reinos cristianos, sin embargo para los mozárabes de Baleares, al ser unas islas, esto era prácticamente imposible.
Documentos hallados en la península, nos hablan de la difícil relación de los mozárabes (cristianos) con los almorávides, pero también nos dicen que con el tiempo, la estricta religiosidad almorávide se fue relajando y la relación con la población mozárabe fue mucho más fácil.
En las Baleares almorávides, en que gobernaba la familia Banu Ganiya, se sucedieron algunos episodios de inestabilidad en que estuvieron involucrados sectores cristianos, y en que se llegó a asesinar al gobernador almorávide de las Islas. Los historiadores los han relacionados con esclavos cristianos, pero otros historiadores como Rosselló Bordoy no descartan que sean cristianos nativos. La tendencia de sectores politicamente interesados ha sido siempre despreciar cualquier rastro mozárabe de Baleares, pero documentos historicos y nuevos hallazgos contradicen una y otra vez al catalanismo.
En 1203, el dominio almorávide es sustituido por los almohades, el gobernador almorávide Abdala Banu Ganiya es decapitado y su cabeza enviada a Marruecos dentro de una caja alcanforada.
Los almohades eran más radicales en lo referente a su fe y más intransigentes con el cristianismo. Podríamos encontrar una similitud entre los almohades y los actuales talibanes.
Muchos mozárabes de la Península son obligados a abandonar su fe, o marcharon a los reinos cristianos. Los documentos de aquel momento nos hablan de como los mozárabes bajo el domio almohade, simulaban su coversión al Islám, mientras en privado seguían fieles a su fe cristiana.
En Baleares debió ocurrir lo mismo que en la Península, y los mozárabes simplemente fingieron su conversión al Islam.
El disgusto con la actitud radical de los almohades, no sólo afectaba a los cristianos, muchos musulmanes no estaban de acuerdo con este integrismo religioso.
En la taifa de Murcia tenemos a Muhammad_ibn_Mardanis, el Rey Lobo, un musulman que tenía en su ejercito una gran cantidad de cristianos, que lucharon junto a él contra los integristas religiosos almohades.
En 1212, la derrota almohade en las Navas de Tolosa, significó el principio del fin del poder almohade. Son expulsados de la Península, pero no por las tropas cristianas sino por los musulmanes hispanos, hartos de su integrismo religioso.
La mayoría volvieron a África, pero algunos recalaron en Mallorca, ya que el gobernador musulmán de las islas, el valí Abu Yahya, pertenecía también a esta secta. Y como se nos relata en el Tariq Mayurka, un documento encontrado hace unos años en el Magreb, Abu Yahya gobernó con sabiduría hasta que los refugiados almohades pusieron al valí de Mallorca en contra de la población andalusí de la isla.
De manera que podemos decir que la represión almohade contra la población mallorquina, incluidos los cristianos, no empezó realmente hasta este momento.
En este documento nos relata la versión musulmana de la conquista de Mallorca por Jaime I y la inestabilidad social que vivía la isla por la actitud almohade antes de la llegada de los cristianos, podríamos hablar incluso de pre guerra civil.
Abu Yahya sufrió al menos un intento de asesinato por parte de soldados mallorquines. Soldados y civiles huyeron de la ciudad hacia las montañas por temor a las represalias.
En este mismo documento, en el párrafo sobre disputas internas, nos habla del disgusto de la población andalusí. No habla de árabes, magrebíes o bereberes. Con el termino andalusí, podemos entender que se refiere a la población indígena anterior a la conquista musulmana.
En Diciembre de 1228, Jaime I junto con la nobleza y la clerecía, empiezan la preparación de la conquista de Mallorca y acuerdan el reparto del botín según lo aportado por cada uno.
Aunque no se han encontrado documentos que lo atestigüen, es muy probable que hubiera contactos entre Nuño Sanchez (Nuño Sanç), Conde del Rosellón, y Ben Abet, un rico "musulmán" mallorquín, quien ofreció la bahía de Pollensa, de la cual era señor, para el desembarco de las tropas cristianas.
Finalmente el desembarco se produjo en Santa Ponsa, ya que debido a una tormenta no se pudo llegar a Pollensa.
En Septiembre de 1229, las tropas cristianas llegan a Mallorca. La población de la isla se encontraba en una situación de gran inestabilidad debido a la actitud integrista de los nuevos señores almohades.
La crónica cristiana relata que a la llegada de Jaime I, Abu Yahya, valí de Mallorca, estaba a punto de acabar con la vida de 50 notables de la isla y al enterarse de la llegada de los cristianos, los liberó.
Jaime I recibe la ayuda de Ben Abet en forma de suministros e información, y es también Ben Abet quien consigue el apoyo de buena parte de la población de Mallorca para los cristianos.
En Diciembre de 1229, los cristianos de Jaime I conquistaron Mallorca. Después de solo 26 años de dominio almohade.
Una vez que el cristianismo tomó el poder en las islas, los nativos cristianos pudieron volver a practicar su fe libremente, y sacaron sus imágenes y simbolos cristianos del lugar donde los habían ocultado.
Se dice que la Virgen de Lluch (la original era una talla paleocristiana), fue desenterrada después de la conquista cristiana, la virgen actual es una imagen gótica diferente de la original, la original pudo ser una virgen sentada, similar a la Virgen de Lloseta o la Virgen de Sant Llorens, que pertenecen al románico. Ambas fueron también "encontradas" después de la conquista cristiana.
El pilar central, que soporta el altar mayor de la catedral de Palma, de origen bizantino, tambien fue "encontrado" después de la conquista cristiana.
En un trabajo del historiador y antiguo profesor de la Universidad de las Islas Baleares, Álvaro Santamaría, nos habla de la facilidad con la que muchos mallorquines musulmanes, después de la conquista cristiana, se convertían al cristianismo. Probablemente, nunca lo abandonaron realmente.
Si leemos las diferentes crónicas cristianas sobre la conquista, aparece un personaje muy importante en esta historia, aunque no se le ha prestado la atención que merece. Se trata de Ben Abet, señor de Pollensa, él junto a sus seguidores prestarán un servicio fundamental para el triunfo de los cristianos. Facilitarán suministros e informarán de lo que acontece dentro de las murallas de Medina Mayurka. Es descrito por Jaime I como un ángel del cielo.
En la crónica árabe de la conquista si se le da la importancia que merece, lo describen como un traidor y un apóstata. Son los seguidores de Ben Abet quienes detienen y entregan a los cristianos al grupo de musulmanes que salen de Medina Mayurka (Palma), para convencer a la población rural de unirse contra los cristianos, y es Ben Abet quien, según la crónica árabe, engaña a los musulmanes diciéndoles que el cristianismo y el islam es lo mismo, para que acepten la nueva situación.
Deberíamos preguntarnos ¿Quien es realmente Ben Abet, sino el lider de la resistencia cristiana mozárabe? Obligados a convertirse al islam por los fanáticos almohades, como también ocurrió en la Península.
Recordemos que en la crónica de Bernat Desclot, durante el asedio a Madina Mayurca (Palma), Ben Abet invita a Nuño Sanz, Conde del Rosellón, a pasar las fiestas de Navidad en su casa de Pollensa. Y cuando la conquista ha triunfado, él y toda su familia se convierten al cristianismo adoptando el apellido Bennassar, y recibiendo importantes posesiones tanto en la ruralía como en la capital.
Estas casas y terrenos que recibió Ben Abet eran parte de la porción de Nuño Sanz, uno de los 4 porcioneros, además del Rey, en el reparto de Mallorca. Como ya he comentado anteriormente, muy probablemente Ben Abet y Nuño Sanz eran socios y quizás amigos. Antes de la llegada de Jaime I a Mallorca ya hubo contactos entre ellos dos para establecer una estrategia.
Lluch ya era un lugar sagrado cristiano mucho antes de la llegada de los musulmanes. Lluch en latín significa bosque sagrado (Lucus)
Está documentado que 35 años después de la conquista cristiana, en 1265, Valentí Ses Torres, en su testamento, cede la talla de la Virgen de Lluch a la capilla de Lluch. Al poco tiempo, en 1273, un tal Guillen Sacoma, cansado de las molestias que le originan la gran cantidad de peregrinos que llegan a Lluch para adorar la Virgen, devuelve el trozo de tierra que rodea la capilla original a su antiguo propietario, Bernat d'Olm.
Lo cual significa que muy probablemente este rito cristiano ya se hacía antes de la llegada de los musulmanes, y se siguió haciendo durante el dominio musulmán, abiertamente o de manera clandestina.
En la zona de Lluch-Pollensa se cree que existían cuevas donde se realizaban ritos cristianos durante la época musulmana.
Durante todo el periodo musulmán hay un sonido de fondo, como un rumor, que aunque no se le ve claramente se percibe que está ahí. Es la población nativa cristiana, se la ha menospreciado e incluso ignorado, sobre todo por algunos sectores políticamente interesados.
Es como si sumergimos un flotador en el agua. No se ve en la superficie, pero se le adivina a través del agua, con una forma distorsionada. Pero a medida que la fuerza para mantenerlo bajo el agua disminuye, el flotador va subiendo, y su imagen, a medida que se acerca a la superficie, va siendo menos distorsionada hasta salir a flote.
De la misma forma, a medida que las fuerzas catalanistas vayan perdiendo fuerza, a medida que la razón y el sentido común se vayan imponiendo, veremos como la verdadera historia de la población cristiana de Baleares, se nos desvelará a través de los 300 años del Al-Andalus Balear.
En el verano de 2015 se descubrieron en las ruinas de la antigua Pollentia, al Norte de Mallorca, unas tumbas cristianas que datan de la época de dominación musulmana. Algo que contradice frontalmente la teoría catalanista sobre la inexistencia de población cristiana en aquella época, ya que no solo prueba que existían sino que seguían manteniendo sus ritos cristianos.
Dicen que la historia la escriben los ganadores. Pero si eres un perdedor con el suficiente dinero para comprar a renegados y traidores, y los colocas en puestos estratégicos, como en educación, política, medios de comunicación, justicia... Podrás reescribir la historia a tu conveniencia.