El catalanismo se ha convertido en un régimen, y como todos los regímenes, ya sean fascistas, comunistas, religiosos o personalistas, se encuentra presente en todos los ámbitos de la sociedad: política, educación, medios de comunicación, empresas...
Podríamos compararlo con el anterior régimen franquista, para darnos cuenta que en esencia son prácticamente lo mismo, es como mirarlos en un espejo, anverso y reverso.
El régimen catalanista trata a Baleares de la misma forma que el régimen franquista trataba a Cataluña.
Por poner unos ejemplos:
En el régimen franquista el idioma catalán era un dialecto del español.
Fue considerado un dialecto del español y fue perseguido en los primeros años del régimen. No fue prohibido, como el catalanismo quiere hacer creer, de hecho se publicaron gran cantidad de libros en catalán.
En el régimen catalanista la lengua mallorquina es un dialecto catalán.
El régimen catalanista en Baleares, dificulta y ridiculiza cualquier expresión en mallorquín que no sea en el catalán estandar.
Las placas de los nombres de calles, que durante el franquismo se leían en mallorquín, ahora han sido sustituidas por otras en catalán.
Se llega a tal grado de estupidez que desde el gobierno de Francina Armengol, actual presidenta de Baleares, han impuesto la obligación de saber catalán a todos los funcionarios, incluidos los barrenderos. Y les hacen pasar unos exámenes que algunos de los integrantes de su gabinete no pasarían.
En el régimen franquista, para ser un buen catalán debías defender la lengua de España, la historia de España y los intereses de España. Porque si eras un catalán que defendía la lengua de Cataluña, la historia de Cataluña y los intereses de Cataluña, eras un rojo comunista o un despreciable independentista.
En el régimen catalanista, para ser un buen mallorquín debes defender la lengua de Cataluña, la historia de Cataluña y los intereses de Cataluña. Porque si eres un mallorquín que defiende la lengua de Mallorca, la historia de Mallorca y los intereses de Mallorca, eres un fascista o un paleto.
En el régimen franquista el sistema educativo estaba totalmente politizado, la función más importante del sistema educativo franquista en Cataluña y el resto de España, no era formar a premios novel o grandes pensadores, sino crear una sociedad a la medida del régimen, adoctrinada y fiel. Despreciando la lengua e historia de Cataluña, despreciando todo aquello que pudiera poner en duda la hispanidad de Cataluña y las bondades del régimen.
Mientras los hijos del poder iban a colegios privados elitistas.
En el régimen catalanista el sistema educativo está igualmente politizado, cualquier cosa que ponga en duda la catalanidad de Baleares, como su lengua e historia propias, es ignorado o despreciado. La principal función del sistema educativo balear es formar a los futuros ciudadanos de "la Gran Cataluña", y su obsesión es la inmersión lingüística en catalán-barceloní, una lengua que nunca a sido propia de Baleares.
Mientras el abandono y el fracaso escolar es cada vez mayor, y la calificación del informe Pisa deja a los alumnos de Baleares en los últimos puestos. Los hijos del poder van a colegios privados donde se imparten lenguas extranjeras, y son formados para afrontar el mundo globalizado.
Cuando el régimen franquista necesitaba dar una muestra de fuerza tanto dentro del país como fuera, organizaba grandes manifestaciones y ponía todas las facilidades y recursos para que los fieles ciudadanos asistieran. La consigna era demostrar a los enemigos de España, tanto de dentro como de fuera, la unidad de la patria. Para el régimen franquista el enemigo era el contubernio judeo-masónico-comunista.
Cuando el régimen catalanista necesita reafirmarse y demostrar su fuerza, aprovecha la Diada de Cataluña para poner en escena todo su teatro de victimismo frente a España, el enemigo de Cataluña, quien se apropia de los recursos de Cataluña e impide que la gran nación catalana pueda desarrollarse.
Poco a poco el régimen catalanista está consiguiendo un grado cada vez mayor de estupidez en parte de la población de Mallorca, que empiezan a autocalificarse como "catalanes de Mallorca", y se identifican con el victimario catalanista, asistiendo a manifestaciones catalanistas tanto aquí, en Baleares, como allá.
El régimen franquista tenía un personaje mítico, el Cid, un defensor de España y lo español. Un ejemplo de valor, fidelidad e inteligencia, que derrotó a los enemigos de España. En las escuelas franquistas enseñaban como con su caballo Babieca y su espada Tizona, hizo huir a los moros después de muerto, al atar su cadáver a su caballo y hacer que saliera al campo de batalla.
La realidad, leyendo libros de historia, es que el Cid era lo que hoy llamaríamos un mercenario o un señor de la guerra. Obedecía a sus propios intereses y luchaba tanto a favor de cristianos como de musulmanes. Terminó sus días como señor de Valencia.
Durante el franquismo, los medios de comunicación estaban condicionados por leyes que impedían la crítica al régimen. La censura en medios de comunicación y secuestro de publicaciones era habitual, favoreciendo a las publicaciones adictas al régimen. La televisión pública, la única existente en aquel momento, era una gran plataforma de propaganda franquista.
En el régimen catalanista sucede algo parecido pero de una forma mucho más sutil. Los medios de comunicación afines al régimen catalanista gozan de los jugosos contratos de publicidad institucional, mientras el resto es marginado. Y la televisión del régimen, TV3, recibe constantes quejas por sectarismo político, y posturas claramente afines al proceso independentista puesto en marcha por el régimen catalanista.
Uno de los éxitos más importantes del franquismo fue identificar España con el franquismo. Ahora cualquier referencia al orgullo de sentirse español o pasear una bandera nacional, algo que sería de lo más normal en Francia, Gran Bretaña o Estados Unidos, aquí se identifica con fascismo.
El éxito más importante del catalanismo, ha sido identificar Cataluña con la Corona de Aragón. Los éxitos militares de la Corona de Aragón o los éxitos culturales de los distintos territorios de la antigua Corona de Aragón se los han hecho suyos. Como pueden ser:
El siglo de oro valenciano y sus autores.
El atlas mallorquín, mal conocido como atlas catalán.
El mallorquín Ramón LLull, un catalán nacido en Mallorca, según ellos.
La escuela cartográfica mallorquina, que quieren convertir en catalana...
Se han apropiado de la bandera de la Corona de Aragón para convertirla en la bandera de Cataluña y lo catalán.
Quizás dentro de unos años, esta bandera produzca el mismo rechazo para los baleares, valencianos e incluso algunos catalanes, que produce ahora la bandera de España a algunos españoles.
En el régimen franquista definían España como: Una, Grande y Libre.
Una, negando la posibilidad de cualquier separatismo o incluso descentralización territorial.
Grande, por el imperio perdido en América y el que se quería construir en África.
Libre, no sometida a influencias extranjeras, en referencia a la supuesta conspiración judeo-masónico-marxista internacional (obsesión personal de Franco).
En el régimen catalanista, también quieren crear su propia: Una, Grande y Libre. ¿Que es esa quimera llamada países catalanes?, algo que no ha existido jamás, sino la intención de crear la Gran Cataluña, un territorio con la lengua de Cataluña, la historia de Cataluña y que defenderá los intereses de Cataluña. Un territorio que englobaría Cataluña, Valencia y Baleares, principalmente.
El régimen franquista intentó españolizar Cataluña, promocionando costumbres típicas españolas como el flamenco o los toros. Tanto en Cataluña como en otros lugares de España se celebraba y se celebra la Feria de Abril. Se intentaba identificar algo tan diverso como lo español con lo andaluz, tanto dentro de España como fuera.
El régimen catalanista intenta catalanizar Baleares. La principal tarea del régimen catalanista es difuminar todo rastro de diferenciación con la "madre patria Cataluña" y crear unos vínculos mucho más estrechos entre los diferentes territorios de sus países catalanes. Aunque en Valencia lo tienen más difícil, en Baleares lo están consiguiendo.
Ahora en las fiestas populares, cada vez es más habitual ver castellers, una actividad totalmente ajena a Baleares, pero que con la promoción y subvención pública están intentando imponer.
Acabaremos por ver normal en las fiestas de los pueblos de Baleares concursos de castellers y calçotades, y alguna que otra "barretina", después de todo cada vez hay más, "catalanes de Mallorca".
Afortunadamente, de la misma forma que durante el franquismo existió un movimiento de resistencia anti franquista, ahora, durante el catalanismo, existe un movimiento de resistencia anti catalanista cada vez más fuerte. Desde hace unos años han ido surgiendo grupos más o menos organizados, que ofrecen a la sociedad balear una alternativa al pensamiento único catalanista (Fundación Jaume III, Circulo Balear, GAB...). Han surgido publicaciones como "Sa norma sagrada", escrita utilizando la forma dialectal mallorquina, pero sin salirse de la unidad lingüística catalana.
Estos grupos tienen diferentes puntos de vista en la oposición al catalanismo, pero últimamente parecen converger hacia una unidad de acción.